Por Mario Beroes. Periodista.

Solo un 7% de nuestro mensaje verbal llega a nuestro receptor.

*Lo más importante de todo es ver si somos capaces de detectar el sentimiento que transmitimos con nuestra web,o redes de comunicación, puesto que esto, afectará en gran medida a la forma de comunicarnos con nuestros lectores o clientes.”

La neurocomunicación es la combinación de las palabras “neuro”, que es el proceso del sistema neuronal en el momento de un pensamiento, ejecución o acción del ser humano, y comunicación, el andamiaje del lenguaje verbal y corporal que se produce en varios contextos de la vida diaria.

Al aplicar dicho concepto a los medios de comunicación se nos plantea un verdadero reto para las organizaciones y para uno como comunicador y periodista, y es la de investigar cómo se procesa la información sensorial y aplicar estos conocimientos, no solo a la creación de los mensajes, sino también al diseño de estrategias para captar la atención del público y lograr los niveles de impacto y recordación necesarios.

Esta gran oportunidad supone como comunicador y vocero o coaching, en esencia, un cambio de paradigma, ya que la comunicación no puede ser entendida como un circuito que comienza en una organización y culmina en un receptor. La comunicación debe ser entendida, fundamentalmente, como una relación entre personas, por lo que también es generada por el receptor, lector, cliente, audiencia, público, etc.

Esto significa que, independientemente de los esfuerzos que realice una persona o una organización en el diseño e implementación de campañas impactantes, no siempre se la puede colocar en el rol de emisor. Más aun: la neurocomunicación abarca no sólo los comportamientos externos que se generan en el entorno de un sujeto o de una empresa, sino también el tipo de cambios internos que una persona experimenta mientras se comunica (autocomunicación).

El Neuromercadeo.

Cuando disfrutamos de una charla o una conferencia animada o nos encontramos en medio de una negociación empresarial, la comunicación verbal supone solo un 7% de impacto hacia nuestro interlocutor, mientras que el resto, pausas, tono de voz, posición corporal, señas, expresiones, miradas y manejo de las manos se lleva toda la fuerza de nuestra comunicación.

Como ven, muchas veces no nos paramos a pensar si efectivamente, el objetivo que queremos transmitir es el que se está cumpliendo, o sí, por el contrario, la imagen que recibe nuestro acompañante de nosotros mismos es errónea.

Al igual que nuestra imagen dice mucho de nosotros en el ámbito físico, en el sector online se convierte en todo nuestro poder comunicativo. Fíjense que ese 7% verbal se pierde totalmente, para centrarnos únicamente en la imagen visual que recibimos de una web.

Sin embargo, lo más importante de todo es ver si somos capaces de detectar el sentimiento que transmitimos con nuestra web, o todo el mensaje en redes en sus diferentes modalidades ( twitter, instagram, facebook, whatsapp, etc), puesto que esto, afectará en gran medida a la forma de comunicarnos con nuestros receptores.

 

 

 

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Mario Beroes

Periodista (UCV), Coproductor de Imagencorp Talento en línea. Especialista en portales digitales.
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