Esta es nuestra tercera entrega de una serie artículos sobre negociación y conflictos escritos por el Dr. Alex Fergusson especialmente para Imagencorp: Talento en línea. El es especialista en el tema y Coordinador del Diplomado en Negociación y Resolución de Conflictos de la Universidad Central de Venezuela.
Por Alex Fergusson.
Tanto el conflicto como el cambio son parte natural de la vida humana. El conflicto es un continuo en las relaciones humanas y el tejido de esas relaciones está en constante adaptación y cambio. Antes de entrar en los abordajes prácticos de la transformación de conflictos, es importante entender mejor la relación entre conflicto y cambio.
Existen cuatro modos principales en los que los conflictos impactan en las situaciones y cambian las cosas:
- Personal
- Relacional
- Estructural
- Cultural
Adicionalmente pudiéramos pensar sobre estos cambios en respuesta a dos preguntas. Primero, desde una perspectiva descriptiva, ¿Qué es lo que cambia el conflicto? Y segundo, desde la perspectiva de la respuesta al conflicto a medida que este surge ¿Qué tipo de cambios buscamos? En el primer nivel, simplemente estamos tomando conciencia de los patrones comunes y del impacto del conflicto social. En el segundo reconocemos que existe la necesidad de identificar cuáles pueden ser nuestros valores e intenciones a medida que buscamos responder, intervenir y crear cambios de manera activa.
La dimensión personal se refiere a cambios generados en el individuo y deseados por éste. Esto implica los aspectos cognitivo, emocional, perceptual y espiritual de la experiencia humana a través del curso del conflicto. Desde una perspectiva descriptiva, la transformación sugiere que los individuos son afectados por un conflicto tanto positiva como negativamente. Por ejemplo, los conflictos afectan nuestro bienestar físico, la autoestima, la estabilidad emocional, la capacidad para percibir con precisión, y la integridad espiritual. De una manera prescriptiva (p.e. relacionado con lo que alguien debería hacer) la transformación representa una intervención deliberada para minimizar los efectos destructivos de los conflictos sociales y maximizar su potencial para que los individuos se desarrollen física, emocional y espiritualmente.
La dimensión relacional describe los cambios efectuados y deseados para las relaciones interpersonales. Aquí son centrales temas tales como las emociones, el poder, la interdependencia y los aspectos comunicacionales e interactivos del conflicto. Desde lo descriptivo, la transformación refiere al modo en que los patrones de comunicación e interacción son afectados por el conflicto. La transformación mira más allá de los temas visibles, mira los cambios subyacentes que produce el conflicto en el modo en que la gente percibe, lo que ellos buscan y como estructuran sus relaciones. Es significativo, ya que el conflicto social explicita cuán lejos o cerca la gente desea estar, cómo van a usar y compartir el poder, aquello que perciben de sí mismos y de otros y cuáles patrones de interacción desea tener. Desde la prescripción, la transformación representa una intervención intencional para minimizar el pobre funcionamiento de la comunicación y maximizar la comprensión mutua. Esto implica esfuerzos para sacar a la superficie de una manera más explícita, los miedos relacionales, las esperanzas y objetivos de las personas involucradas.
La dimensión estructural resalta las causas subyacentes del conflicto, y pone el acento en los modos en los que las estructuras sociales, organizaciones e instituciones están construidas, sostenidas y cómo son modificadas por el conflicto. Se trata de los modos en los que la gente construye y organiza las relaciones sociales, económicas e institucionales para atender las necesidades humanas básicas y cómo permite el acceso a los recursos y a la toma de decisiones. En el nivel descriptivo, la transformación refiere al análisis de las condiciones sociales que dan lugar al conflicto y el modo en que el conflicto afecta el cambio de la estructura social en las instituciones sociales, políticas y económicas existentes.
En el nivel prescriptivo, la transformación representa los esfuerzos para proveer una visión de las causas subyacentes y las condiciones sociales que crean y sostienen las expresiones violentas del conflicto. También representa la promoción de mecanismos no violentos que reducen la interacción adversarial y minimizan la violencia. La búsqueda de estos cambios persigue la consecución de estructuras que atiendan a las necesidades humanas básicas (justicia sustantiva) y maximicen la participación de las personas en la toma de decisiones que los afectan (justicia procedimental).
La dimensión cultural se refiere a los modos en los que el conflicto modifica los patrones de la vida grupal, también los modos en los que la cultura afecta el desarrollo de procesos para manejar y responder al conflicto. En un nivel descriptivo, la transformación busca entender como el conflicto afecta y cambia los patrones culturales de un grupo, y como esos patrones acumulados y compartidos, afectan el modo en que la gente, en un contexto determinado, entiende y responde ante el conflicto. En un nivel prescriptivo, la transformación busca dejar al descubierto los patrones culturales que, en un contexto determinado, contribuyen a la violencia; también busca identificar los recursos culturales y mecanismos existentes para el manejo del conflicto y construir en base a ellos.
Este marco transformativo de referencia tiene tres componentes, cada uno de los cuales representa ámbitos de investigación en el desarrollo de una respuesta al conflicto:
- La situación actual
- El horizonte del futuro deseado
- El desarrollo de procesos de cambio vinculando a ambos.
El movimiento desde el presente hacia el futuro deseado, más que como una línea recta, se da como una serie de iniciativas dinámicas que ponen en movimiento procesos de cambio y crean una plataforma sustentable para conseguir un cambio de largo plazo. Un marco referencial de este tipo enfatiza el desafío acerca de cómo poner fin a una situación no deseada y cómo construir algo que es deseado.
La Situación Actual
El primer punto de investigación es la situación actual, el episodio conflictivo que ofrece una oportunidad para mirar tanto al contenido de la disputa como a los patrones relacionales en el contexto en el que la disputa se expresa. Esto se representa en la figura 1 como un conjunto de esferas o círculos integrados.
Una mirada transformativa se hace dos preguntas importantes: ¿Cuáles son los problemas inmediatos que necesitan ser resueltos? y ¿Cuál es el contexto general que debe ser tenido en cuenta para poder cambiar los patrones destructivos? En otras palabras, la transformación mira a los problemas existentes como una expresión de un sistema más grande de patrones relacionales. Va más allá de la expresión “episódica” del conflicto y se enfoca en los patrones relacionales e históricos en los que el conflicto se enraíza.
Puesto de otro modo, los problemas existentes conectan el presente con el pasado. Los patrones que describen cómo fueron las cosas en el pasado proveen un contexto en el cual, en una disputa, los problemas alcanzan la superficie. Pero, aún cuando los problemas existentes crean una oportunidad para recordar y reconocer, no tienen el poder de cambiar aquello que ya ha sucedido. El potencial de cambio se encuentra en nuestra habilidad para reconocer, entender y redefinir lo que ha pasado y para crear nuevas estructuras y modos de interacción en el futuro.
El Horizonte De Futuro
El segundo punto de investigación es el horizonte del futuro, la imagen de aquello que deseamos crear. Este punto nos pide considerar lo que nosotros idealmente queremos ver realizado.
Sin embargo, éste no es un simple modelo de cambio lineal, en el que haya un movimiento de la situación actual hacia el futuro deseado. Mientras los problemas presentes actúan como un ímpetu hacia el cambio, el horizonte del futuro nos muestra las posibilidades de lo que podría construirse. Representa la energía social que alimenta y crea orientación. De modo que la flecha apunta no solo hacia delante, hacia el futuro, sino también hacia atrás, hacia la situación actual y la variedad de procesos de cambio que pudieran emerger. Esta combinación de flechas sugiere que la transformación es un proceso tanto circular como lineal, o, como nos referiremos a ella más adelante, un proceso- estructura.
El Desarrollo de Procesos de Cambio
El último punto de indagación es el diseño y sostenimiento de procesos de cambio. Este componente más amplio requiere que pensemos en la respuesta al conflicto como un desarrollo de procesos de cambio que atienden a la red de necesidades, relaciones y patrones interconectados. Dado que los procesos de cambio deben atender tanto a los problemas inmediatos como a los patrones relacionales y estructurales más amplios, necesitamos reflejar múltiples niveles y tipos de cambio más que enfocarnos en una sola solución operativa. Los procesos de cambio deben promover tanto soluciones de corto plazo como construir plataformas capaces de promover cambios sociales de largo plazo.
Tomado como un todo, este cuadro general provee de lentes que nos permiten visualizar las posibilidades de respuesta inmediata y los cambios constructivos de largo plazo. Requiere de una capacidad para mirar los patrones más profundos a través y más allá de los problemas actuales, al mismo tiempo que se busca respuestas creativas que atiendan los problemas de la vida real en tiempo real. Para poder comprender mejor este abordaje necesitamos explorar más en profundidad cómo es que se conceptualizan y desarrollan las plataformas para el cambio constructivo como estructuras de proceso.
Alex Fergusson
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